Con una fachada que evoca la arquitectura característica de destinos campestres, Picnic cautiva desde el primer momento. Ubicado en Las Calas 3495, Pilar, cerca del km 42.5 de Panamericana, este nuevo restaurante es un punto de encuentro ideal para disfrutar de una experiencia culinaria que vuelve a las bases de lo autóctono.
Cada detalle de la decoración refleja un cuidadoso diseño, bajo el concepto de “la belleza de lo simple”. Para la ambientación se utilizaron elementos propios de la vida cotidiana como el cuero, la madera, los tejidos y vajilla de barro que evocan las viejas tradiciones y costumbres. El ingreso, toma este concepto para plasmarlo en una instalación aérea con ingredientes que son base de nuestra gastronomía: trigo y avena. En un cálido ambiente, Picnic nos invita a mirar con nuevos ojos nuestras costumbres y a admirar el increíble valor material de las creaciones que forman parte de nuestra vida cotidiana.
En 2020 durante la pandemia Matias Perea, su fundador, concibió Picnic con la idea de ofrecer un restaurante al aire libre para 500 personas en el centro de pista del Hipódromo de Palermo. Luego, se replicó como Picnic La Raclette, un resto boutique en Cerro Catedral durante la temporada de ski, y en su playa de Chapadmalal en el verano. Hoy 12 de junio, Picnic Pilar abre sus puertas en lo que era la antigua casona de la Sociedad Rural Argentina, un lugar donde Matias en su infancia asistía a los remates de la cabaña de su abuelo.
“Elegí Pilar porque detecté la necesidad de tener un lugar de encuentro, además de ser un punto estratégico entre los que vivimos en zona norte y Buenos Aires. Ofrecemos una experiencia auténtica y cercana que refleja la esencia de nuestra cultura. Siempre fiel a nuestro estilo, contamos con 3.000 mts de parque, bajo la premisa de disfrutar con amigos al aire libre. Queremos que la gente se sienta en casa, disfrutando de una propuesta que combina nuestras raíces con un toque contemporáneo”, afirma Matías Perea, creador de Picnic.
En Picnic, los comensales pueden disfrutar de una variedad de platos que combinan los clásicos de la cocina argentina reversionados con guiños a la comida española. Entre las entradas destacan la tortilla, las croquetas de papa, de pollo, los buñuelos y las empanadas con rellenos como carne cortada a cuchillo y cebolla caramelizada y queso.
Entre los platos principales, Picnic ofrece pastel de papa, pastel de cordero y pastel de boniato con pollo; guiso de lentejas, lasagna de vegetales de estación, mil hojas de papa, zucchini y espinaca, risotto de pollo y calabaza, risotto de hongos, y para quienes prefieren opciones más tradicionales, distintos cortes de carne y las infaltables milanesas. Para los fanáticos del postre: panqueque con dulce de leche, queso y dulce, brownie y rogel. Picnic cuenta con una excelente variedad de vinos y distintos tipos de tragos de autor.
Asimismo, todas las semanas habrá música en vivo, convirtiéndose en el primer punto de encuentro para disfrutar de un ambiente relajado y social. Con su fogonero siempre encendido, el restaurante evoca el espíritu de un día de campo. “El nombre recuerda la esencia básica de reunirse con amigos en cualquier parte, y compartir algo más que solo comida”, afirma Perea.
El espacio destaca como un homenaje a la auténtica gastronomía tradicional argentina con un toque moderno y más que un simple restaurante, es una invitación a disfrutar y relajarse en un entorno que recuerda la calidez de una casa de campo.